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IBCON, S. A.

45 años publicando directorios


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UN POCO DE HISTORIA

En los Estados Unidos y Europa se publican decenas de miles de directorios para hacer contactos de interés práctico. En México, desgraciadamente, la oferta es mínima. Los más conocidos son los directorios telefónicos, que se publican desde 1891 (el Centro de Estudios de Historia Condumex vende un facsímil del primero que se publicó). Diversas cámaras y asociaciones publican, a veces en forma muy completa, el directorio de sus miembros.

La publicación de directorios como un negocio editorial no se ha desarrollado mucho, aunque empezó en el siglo XIX. Uno de los primeros fue el Directorio del Comercio del Imperio Mexicano para el año de 1867 publicado por Eugenio Maillefert, que trajo la idea de Francia y puso la primera librería francesa de México en 1856 (el Instituto Mora vende una edición facsimilar). Por cierto que don Eugenio acabó siendo padre del escritor michoacano Alfredo Maillefert y suegro de un escritor más famoso todavía, Manuel Gutiérrez Nájera. También el escritor Ireneo Paz (abuelo de Octavio Paz) publicó directorios. Un esfuerzo notable fue el del ingeniero Modesto Rolland (1881-1965), constructor de la plaza de toros México, subsecretario de Obras Públicas y luego de Economía, periodista y editor del Directorio Rolland que, durante muchos años, fue el directorio industrial de México. Pero México sigue sin tener un directorio industrial digno de compararse con el Thomas Register, que se publica en los Estados Unidos.

Desde 1973, IBCON, S.A. se lanzó a la publicación de directorios especializados como un negocio todavía más difícil, porque (en todo el mundo) los directorios comerciales se sostienen ante todo por la venta de publicidad al anunciante, mientras que nosotros vendemos únicamente información al usuario: de hecho, encuestas convertidas en directorios.

Ibcon empezó como una firma de ingenieros consultores. En 1954, cuando prácticamente no existía la ingeniería industrial en México, empezamos a introducirla y llegamos a crear departamentos de ingeniería industrial en empresas como Altos Hornos de México, Aluminio Industrial Mexicano, Celanese Mexicana, Cervecería Moctezuma. Más tarde entramos a otra especialidad incipiente en México: la investigación de mercados industriales. IBCON entró a este campo en 1963, y de ahí nació diez años más tarde su primer directorio: el Directorio de Centros de Información. Había pocas estadísticas en México, así que cada vez que IBCON descubría algo (en tal parte, hay información sobre cemento, por ejemplo) abría un legajo y lo registraba en un fichero. El fichero se volvió un directorio de interés para todos los que hacen estudios de mercados, industriales, económicos, viabilidad. Y con los años ha llegado a ser mucho más: un directorio nacional de fuentes de todo tipo de información, así como de fuentes extranjeras con información sobre México.

Una característica importante de nuestros directorios son los índices para facilitar la consulta. En el Directorio de Centros de Información hay índices muy variados: por nombre del centro (en varias formas: Cámara de la Industria del Calzado del Estado de Guanajuato, bajo Cámara, bajo Calzado y bajo Guanajuato); por ciudad: qué centros de información hay en La Paz; por tema: quién tiene información sobre Tlalnepantla, sobre soya, sobre aviación, sobre población, sobre productos químicos; por acervos especializados: qué centros tienen archivos históricos, colecciones de recortes sobre un tema, mapotecas, fonotecas o páginas consultables por internet; por publicaciones: dónde se consigue el informe presidencial. En el Directorio del Gobierno, el índice es casi la mitad del contenido.

En 1992, lanzamos nuestro primer CD ROM, que resultó prematuro: el mercado no estaba preparado para esta forma de recibir la información. En 1999, con el Directorio de Ejecutivos, retomamos la publicación en CD ROM. Al año siguiente, hicimos lo mismo con el Directorio de Funcionarios, que ahora actualizamos dos veces al año. Además, desde 2002, ofrecemos en www.buscamex.info la base completa del Directorio de Funcionarios actualizada cada semana.

Todo esto subraya que estamos en el negocio de la información para los usuarios, no en el negocio de la publicidad para los anunciantes. De hecho, no aceptamos publicidad y, aunque la información que publicamos proviene de las mismas empresas e instituciones incluidas, no les cobramos por figurar en el directorio, y publicamos sólo aquella información que, a nuestro juicio, les interesará a los compradores del directorio. La inclusión, exclusión, formato y tamaño de cada registro lo determinamos con este criterio. Podemos estar equivocados, por lo cual siempre agradecemos las observaciones recibidas para mejorar los directorios.

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